Centro de Urgencias de A Laracha

Ampliación del Centro de Salud de A Laracha para construcción de un Centro de Atención de Urgencias Extrahospitalarias.

2019

El objetivo era construir un edificio con un material de origen natural cuyo proceso productivo en relación a otros productos industrializados genera menos residuos, requiere un bajo consumo energético, respeta la naturaleza y el medio ambiente y se puede decir que es 100% renovable (si se siguen los protocolos de tala y replante que garantizan la continuidad del ciclo), reciclable y reutilizable.

Proyectamos un edificio de madera donde tanto los sistemas estructurales, como de cerramiento, tabiquería y gran parte de los acabados se resuelven mediante elementos tecnológicos de madera maciza y derivados de la misma. Estos sistemas permiten un alto nivel de prefabricación y desenvolver un proceso completo de construcción en seco.

Se tuvo en cuenta la eficiencia medioambiental del edificio, acercándonos a los parámetros de consumo casi nulo.

El Centro de Atención de Urgencias Extrahospitalarias de A Laracha es un edificio de uso público sanitario ubicado dentro del núcleo urbano de A Laracha (A Coruña), en una parcela cuadrada de 717 m2, definida por dos calles que hacen esquina, una enorme medianera perteneciente a un edificio de viviendas y la fachada trasera del actual centro de salud.

Era preciso proyectar un edificio que además de para su propio uso, sirviese para ordenar el espacio circundante, establecer una relación de escala con los edificios del entorno y a la vez resolver las conexiones necesarias con el centro de salud, la medianera y las vías públicas que le dan servicio.

El edificio tiene 613m2 construidos distribuidos en 2 plantas. Su volumetría, en forma de L, se pega a la medianera existente, tratando reducir su presencia, y a la fachada sur del actual centro de salud, buscando facilitar la conexión con él. De este modo liberamos espacio en la parcela para el acceso dando lugar a un pequeño jardín que permite conservar un magnífico ejemplar de álamo blanco (Populus alba).

Al edificio se accede a través de un cortavientos de gran transparencia que funciona como regulador térmico.

El vestíbulo de entrada, es la parte representativa y lugar de acogida de los usuarios. Se desarrolla alrededor de un patio exterior que comparte con el centro de salud existente y es punto de contacto visual entre los dos edificios que aquí se transforman en uno. La luz y la vegetación entran desde el exterior y funcionan como filtro, como elemento de transición, suavizando el entorno, controlando el soleamiento y las vistas. Contribuye este patio a la diversidad del espacio y acompaña la comunicación interior con el centro de salud actual.

Para este hall amplio y luminoso buscamos una buena adecuación entre función y confort, tanto en el uso del mismo como a nivel perceptivo. Por tanto recurrimos a materiales naturales, nobles: paramentos de entablado de madera de roble y estructura de madera laminada de abeto, que en este caso queda vista.

El pavimento se resuelve mediante una lámina continua de PVC, buscando minimizar el número de juntas para percibirlo como un único plano que procurará una unidad visual en esta parte del edificio.

La zona de espera aparece como una rótula entre los espacios de comunicación. A continuación se organizan las consultas, oficios y almacén de medicamentos. Se trabaja en estos espacios con materiales continuos en techos, paramentos y suelos.

La planta primera acoge los espacios de uso restringido al personal sanitario. Se desarrolla a lo largo de un corredor distribuidor que ordena y da acceso a una sala de descanso, aseos, vestuarios y dormitorios.

Tres huecos abren esta zona privada a un espacio ajardinado sobre la cubierta de la planta baja.

En esta zona de uso no sanitario modificamos los criterios de confort que pasan de primar la eficiencia higiénica a buscar un ambiente más doméstico. Trabajamos con suelos de tarima maciza de roble en salas, dormitorios y corredores. En los aseos se utiliza el PVC como único material continuo en pared y suelo.

En lo que se refiere al entorno inmediato, se acondicionó el espacio vacío de parcela con jardines en montículos, por un lado para la protección del árbol existente, separándolo así de las zonas de circulación; y por otro, para crear una barrera verde delante de las ventanas de las consultas, procurando la privacidad de estos espacios.

 

Con el desarrollo de este proyecto constatamos que es posible cambiar las propuestas tradicionales de acero y hormigón en edificios públicos, sustituyéndolas por un sistema completo de elementos tecnológicos de madera y derivados. Y comprobamos como dichos sistemas se adecuan a edificios ambiental y económicamente sostenibles.

La viabilidad económica de este edificio se complementa con un buen comportamiento térmico y con el consiguiente ahorro que supondrá durante su vida útil. Y, al final de la misma, por la facilidad de su eventual desmontaje y la posibilidad de reutilización de sus elementos o reciclaje de los mismos.

Por otra parte, se ha valorado muy positivamente el impacto del edificio de madera sobre los usuarios de los servicios sanitarios por la sensación de confort que aporta y por el entorno seguro, saludable y acogedor que crea.

Barrio de Vista Alegre

Reurbanización y mejora de la movilidad y accesibilidad en el barrio de Vista Alegre en Santiago de Compostela

2018

La formación del barrio de Vista Alegre corresponde a la ejecución en fases de un grupo de edificios de viviendas de protección oficial de los anos 70 e 80. Las edificaciones tienen características similares, no disponían de ascensor y tenían una peculiar localización del portal de acceso a las viviendas en las terrazas públicas situadas al nivel de la primera planta.

Estas características arquitectónicas de los edificios, junto con la mala urbanización del conjunto, que ocasionaba grandes desajustes en las rasantes de calles y edificios, e incluso el acceso a edificios a través de pasos subterráneos, producía un espacio urbano de muy mala calidad.

Este proyecto supuso una intervención en la totalidad del barrio: eliminación de las terrazas, demolición de los pasos soterrados y cubiertos, redefinición de las secciones de las calles, mejoras de los materiales de acabado, mejora de los sistemas de instalaciones, mejora del amueblamiento…

El hecho de eliminar las terrazas y por lo tanto los portales y recorridos peatonales a la altura de la primera planta, la instalación de las torres de los ascensores localizadas por el exterior de la edificación y la localización de los portales únicamente en planta baja, hace obligada la ampliación y nuevo diseño de los recorridos peatonales, de manera que garanticen la accesibilidad en un barrio de población envejecida.

Es necesaria además la reordenación del sistema viario, la eliminación de plazas de aparcamiento en aquellas calles de sección más reducida y el traslado de las mismas a pequeñas zonas de aparcamiento, salpicadas por diferentes zonas del ámbito, que faciliten la vida diaria sin suponer una apropiación del espacio por parte de los vehículos.

Por otro lado contemplamos la supresión del paso subterráneo y la reordenación del acceso a las rúas Rianxo y Santa Uxía de Ribeira; a través de una nueva calle que se origina al eliminar dicho túnel y que permite la comunicación a pie llano entre las rúas Rianxo y Santa Uxía con la rúa de Santa Comba, eje vertebrador del barrio. Se aprovecha esta nueva configuración para invertir los sentidos de circulación y facilitar la recogida de basuras mediante carga lateral en las islas soterradas.

En lo referente a las secciones de calle, se adoptan dos opciones. Las calles de menor sección, carril de un único sentido y dos aceras, se resuelven con una pavimentación uniforme en todo el ámbito y a la misma cota, tanto calzadas como aceras, en busca de continuidad entre los distintos ámbitos y por lo tanto amplitud. Los espacios se suman visualmente.

Se coloca un elemento vegetal, casi lineal, que actúa como bolardo y bordillo impidiendo el aparcamiento incontrolado sobre las zonas peatonales y permitiendo, no obstante, la parada puntual de vehículos en las proximidades de los portales. Esta línea verde va modificando su forma y espesor, cuando la dimensión de la zona exclusivamente peatonal lo permite, y acogiendo de vez en cuando bancos, creándose así espacios de estar.

La iluminación se suspende con una malla de finos tensores de acero sujeta a las fachadas. Con esta solución se eliminan los báculos de calle y se mejora la calidad de la iluminación.

Los corredores pegados a las fachadas con cotas diferentes a las aceras contiguas, se conectan con estas últimas mediante escaleras y rampas. Esto facilita el tránsito de personas con movilidad reducida y por otro lado ofrecen la posibilidad de un desplazamiento rápido mediante escaleras.

En aquellas calles con sección suficiente para dos carriles y aceras, la solución formal es más convencional. Se generan distintos niveles para acera y calzada, aparecen ya bordillos y la iluminación pasa a plantearse mediante báculos.

Las diferencias de nivel entre la rasante de la calle y los edificios se sigue resolviendo de igual manera, con ligeras barandillas metálicas y elementos vegetales de borde, disuasorios, que funcionan como barreras para los vehículos.

De estas soluciones formales y funcionales, las más sencillas son también de aplicación a las pequeñas plazas que aparecen en los entronques de las calles. Se crean espacios de estar, de relacionarse, de recorrer, espacios orgánicos con zonas más íntimas y otras más abiertas, verdes, con pocos elementos de mobiliario ya que se trata de lugares de pequeña escala.

En lo que respecta a la recogida de residuos, se emplean sistemas de contenedores selectivos soterrados. La ocupación en planta es mínima y en altura insignificante. Higiénicamente la mejora es muy importante respecto a los contenedores de superficie.

Todo este espacio se gana para el peatón en cantidad y calidad.

Por lo demás, el trabajo más importante por hacer fue resolver cada acceso a cada portal, a cada local, cada diferencia de nivel, cada paso transversal de forma pormenorizada…

Vista Alegre | Ezcurra e Ouzande arquitectura

Rúa Clara Campoamor

Concurso de anteproyectos para la reurbanización de la rúa Clara Campoamor

2018

ESTACIÓN INTERMODAL-PARQUE DE LAS BRAÑAS DEL SAR

Llevamos la circulación peatonal a un nivel inferior evitando intersecciones que resultarían peligrosas entre las circulaciones rodadas y el tránsito a pie. Los recorridos peatonales, separados de estos anillos, optimizan el funcionamiento de la distribución de tráfico y acercan el tránsito de bicicletas y personas al parque de las Brañas do Sar.

Con esta solución se resuelven todos los movimientos posibles de la intersección y además conseguimos la continuidad de la acera norte sin necesidad de habilitar cruces peatonales en la entrada y salida de autobuses de la estación; se reduce la red semafórica, se favorece la desaceleración y se eliminan los tiempos muertos de espera. En definitiva, se mejora la seguridad de los usuarios.

La resolución del tráfico rodado mediante una glorieta ofrece una mayor capacidad con respecto a otras soluciones de intersección -incluso con respecto la semaforización-, y los costes de control y mantenimiento son menores. Se reducen las emisiones, el consumo de combustible y los niveles de ruido. Permite la incorporación de nuevas vías y siempre es posible su semaforización.

Proponemos un tratamiento paisajístico de los desniveles que mejora la calidad urbanística del entorno en el que se enmarca  y supone una continuidad con el parque de las Brañas do Sar.

Para las áreas peatonales y vías para bicicletas se propone un pavimento terrizo de tierra compactada y estabilizada con polímero, ejecutado con tierras existentes o mediante aporte. Este material mantiene la durabilidad del firme de tránsito en contraposición a otras soluciones como el aglomerado, más contaminantes y que pueden dañar el flujo de agua subterráneo. También conseguimos un aspecto natural del color del terreno, sin que se produzcan los problemas de polvo asociados a los pavimentos terrizos convencionales, así como evitamos los lavados de material por escorrentías de agua de lluvia. En gran parte del trazado tampoco es necesario aportar áridos de otras zonas, mejorando por partida doble el impacto ambiental, ya que conseguimos un camino completamente ecológico y disminuimos la huella de CO2 al evitar transportes y consumos de combustible.

 

RÚA DE VEDRA

Para la Rúa de Vedra proponemos actuaciones de mejora estética y, dado su carácter residencial, optamos por un tránsito mixto de vehículos y peatones con preferencia de estos últimos.

Por otro lado, con objeto de mejorar la comunicación del barrio de Pontepedriña con la nueva estación intermodal, proponemos generar un nuevo acceso peatonal y ciclista a la estación por la parte alta de la Rúa de Vedra, conservando los característicos muros de mampostería de esta calle, la antigua rampa de la estación y su puerta con las rejerías originales. Se trata de mejorar las comunicaciones del barrio a través de su propia historia.

Reurbanización Clara Campoamor |Ezcurra e Ouzande arquitectura